jueves, 25 de julio de 2013

La vie en rose

Para Elsa, mi gran inspiración...

Tantas cosas pasan en una vida…
Naces, creces, juegas, vuelas, naces, creces, besas, naces otra vez, disfrutas, lloras, no disfrutas, sientes, creces, haces el amor, intentas no reproducirte, haces el amor y naces, vives la vie en rose, en un instante nunca mueres… mueres.

Tantas cosas pasan en seis meses…
Viajar, explorar, conocer, un lugar, otro espacio, y no sentir el espacio, respirar el aire nuevo y sentir como si hubiera sido tuyo toda la vida, una persona, otra alma, otras miles de almas, y tan sólo esa alma…

Y seguir viajando, llegar a un acantilado, sentir el frío, sentir el borde de la tierra, sentir el borde de Irlanda, y no sentir nada, sólo vivir, ver jeux d’enfants, tararear la vie en rose, imaginar el juego más arriesgado, jugarlo sin saber, sabiendo que sabes, querer no saber sabiendo.

Beber agua, una fuente y otra fuente, sentir el Coliseo, cantar What a wonderful world, besar el Coliseo, cantar What a wonderful Rome, que te besen por primera vez, aceptar dormir, invitar a dormir, luego dormir, y dormir y dormir, y luego ya no dormir y después otra vez dormir juntos, y así de a poquito, extrañar…

Tantas cosas pasan en un día…
Caminar, caminar hasta volar, sentir dolor y caminar, ver fuegos artificiales en la torre Eiffel, escuchar la música, celebrar, pedir la vie en rose, y como telepáticamente, escuchar la vie en rose, llorar, sentir, escuchar y llorar, alejarse, despedirse sabiendo que no es una despedida, querer que esté ahí y querer estar allá, y no estar en ningún lado estando en los dos lados.

Encontrar la caja, tomar la caja, girar la perilla de la caja musical, tocar la vie en rose, sentir asombro y no asombrarse porque no es casualidad, sentir relajación, sentir pasión, caminar y encontrarla otra vez, o ser encontrado, o ser inventado (realmente no se sabe), pero la historia, inventada o no, sigue.

Tantas cosas pasan en un momento, y de un momento a otro… enamorarse…
Y sentir el amor en ese instante, ver por primera vez el Big Ben, o cruzar Abbey Road o besar Abbey Road y sentir el amor, sentirlo en las manos y no sentir las manos, sentir los latidos o también escucharlos, y saber que está ahí porque está latiendo, pero el corazón está en otro lado y regado por todo el lugar.

Tantas cosas pasan en una vida, y nunca una vida será suficiente…
Nacer cada vez y otra vez, conocer, amar, declarar, callar, gritar el silencio o silenciar los gritos, o las dos fuertes súplicas a la vez, emocionarse, abrazarse, besarse, tomarse, vivir, vivir y saber que la vida será aún en muerte, vivir y saber que la vida no será en soledad, vivir y saber que la muerte será otra vida, vivir y vivir la vie en rose